La historia de Roma es la de un proceso de expansión territorial y un constante encuentro con el "otro”, con el "no romano”, primero mediante la conquista de Italia y, más tarde, del Mediterráneo y todas las naciones colindantes. Estos encuentros dieron lugar a nuevas formas de interactuar con los pueblos bajo su dominio político o en los límites de este -embajadas, pactos de amicitia, foedera, etcétera-. Esta dialéctica permanente entre amicus/inimicus, entre romano/bárbaro está muy presente en los estudios recogidos en este volumen. Pero también encontrará aquí el lector numerosas páginas dedicadas a otros "encuentros” entre Roma y los Otros: mujeres, esclavos, extranjeros, grupos étnicos... sin cuyas realidades quizá Roma nunca hubieran podido "construirse”.